PRINCIPIOS DE LOS QUE PARTIMOS

La escasez de recursos y destrezas que algunos alumnos presentan para acceder a los contenidos escolares y sostenerse en el aprendizaje académico puede tener diferentes orígenes: Desde Retrasos en el Desarrollo de determinadas funciones psicológicas básicas sobre las que se sustentan las competencias necesarias para la integración y la expresión de los conocimientos que se instruyen, hasta verdaderas Alteraciones que dificultan la instalación de esas funciones mentales con la organización y agilidad necesaria.

  • De carácter transitorio los primeros pues con el paso del tiempo y una mayor ejercitación sus efectos perjudiciales suelen superarse, pueden ser no obstante una fuente de intenso malestar que condicione fatalmente desde su inicio la relación emocional que establece el niño con el aprendizaje escolar. El no poder seguir el ritmo de su grupo o los reiterados señalamientos que se le pudieran hacer por no realizar correctamente las actividades, le generarían sensaciones de temor e incompetencia que si no se atajan a tiempo es muy probable que derivasen en una pérdida precoz de su motivación para implicarse en el trabajo escolar y, en edades más avanzadas, para hacerse cargo de su aprendizaje con la dedicación necesaria.
  • De naturaleza más severa las segundas, suponen una serie de déficits en determinados circuitos y procesos neuronales cuyos efectos sobre el aprendizaje quedarían en gran medida fuera del control del alumno que las padece. Aunque con el tiempo y ayuda estos alumnos pueden aprender y generar estrategias que los compensen, se trata de trastornos funcionales de carácter permanente que al margen del tratamiento que reciban requerirían de determinadas cesiones y adaptaciones metodológicas por parte del sistema educativo, tanto en relación a la instrucción de los contenidos como a la evaluación de sus competencias.

La manifestación de las dificultades también se podrá presentar de manera muy diversa en su intensidad y en la cantidad de áreas de aprendizaje comprometidas. En algunos casos, sólo se tratará de una materia académica la perjudicada; en otros, pueden ser varias. Con frecuencia, las alteraciones podrían abarcar todos los ámbitos del aprendizaje escolar.

Si a esta variedad de posibilidades, añadimos elementos tan determinantes como la presencia de otros cuadros clínicos (TDA-H, Trastornos del Lenguaje, etc.), la edad o el curso del estudiante, su personalidad y emotividad, el entorno socio-cultural, etc., entonces la complejidad a la hora de analizar y valorar el problema que padece, aumenta considerablemente.

Por tanto, considerando la idea de que NINGÚN CASO ES IGUAL A OTRO, la evaluación de las dificultades de aprendizaje deberían contemplar los siguientes criterios:

1- ESTUDIO INDIVIDUALIZADO: Se favorecerá así dos aspectos valiosísimos: Por un lado una observación atenta de los modos con los que la persona aborda las actividades propuestas y de “los tropiezos” que pudiera presentar durante su ejecución. Por otro, una comunicación directa con ella que permita valorar su disposición o resistencia ante la situación de examen a la que se le va a someter, su conciencia y propia valoración de la dificultad que presenta, los sentimientos que ello le provoca, sus actitudes y reacciones ante los fallos que pudiera cometer. En definitiva, su capacidad de afrontamiento.

2- OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN DETALLADA Y ANÁLISIS MINUCIOSO: Por lo general una dificultad específica suele ser sólo la “punta del iceberg” de más problemas, por lo que será muy necesario estudiar con detalle no sólo los diferentes aspectos que actuarían como base general del aprendizaje, sino también cómo se presentan sus habilidades en otras áreas del currículo escolar.

El análisis que hagamos de los resultados de las pruebas aplicadas deberá tener asimismo dos focos: por un lado intentar determinar el nivel de desarrollo con respecto a lo esperable a su edad y/o curso académico; por otro, de carácter más cualitativo, valorar la calidad y agilidad de sus respuestas, y sus modos de abordar y resolver las tareas propuestas durante la exploración.

Tal como señalamos en el criterio anterior, será además objetivo fundamental del estudio el “Ajuste Emocional” o capacidad del alumno afectado para soportar y abordar desde sí mismo una difícil situación que le lleva a no ser capaz de satisfacer las demandas de un buen rendimiento que su entorno le exige.

No convendrá asimismo limitarse a registrar sólo los fallos en determinadas actividades, sino que también será muy importante intentar averiguar cuáles son sus áreas fuertes con el objetivo de tenerlas en cuenta como “vías alternativas de aprendizaje” a las que en un momento dado podrá recurrir para compensar sus puntos débiles.

3- CARÁCTER INTERDISCIPLINAR: Con frecuencia junto a las dificultades de aprendizaje suelen presentarse otros problemas concomitantes que agudizan sus efectos. En el caso de que durante la exploración se aprecien indicios de ello, habrá que apelar a la labor de otros especialistas para completar la evaluación del problema (oftalmólogos, optometristas, otorrinos, audiólogos, pediatras, neurólogos, psiquiatras, psicólogos clínicos, etc.) y, siempre con el acuerdo de los padres, convenir con ellos el mejor modo de intervención.

EL PROCESO DE VALORACIÓN

Se configura en cuatro pasos: obtención información sobre la situación del afectado, valoración de las habilidades necesarias para el aprendizaje académico, elaboración de un informe explicativo y orientación.

1- OBTENCIÓN DE INFORMACIÓN

Esta labor se lleva a cabo en la primera entrevista con el adulto mismo si él es el afectado o con los padres o tutores en el caso de tratarse de un niño o un adolescente. En este segundo caso y siempre con consentimiento de los padres, se podrá ampliar esta obtención de datos con la información que nos brindase el colegio (el psicólogo escolar, el tutor y/o los diferentes profesores).

La elaboración de un Historial de Desarrollo y del Funcionamiento Académico desde su inicio, así como de posibles antecedentes familiares permitirá que el examinador se haga una primera idea del perfil del estudiante para dirigir la exploración. Posibilitará, además, determinar con más precisión el posible origen de los problemas que manifiesta.

2- EVALUACIÓN DE LAS HABILIDADES

Dadas las características únicas de cada caso, creemos necesario dedicar mucho tiempo a este paso. La duración oscilaría entre nueve y doce horas, preferiblemente por las mañanas y repartidas en tres o cuatro sesiones en función del ritmo con el que se pueda trabajar.

Las áreas y aptitudes que son objeto del estudio y que podrán variar en función de la edad y situación particular del estudiante, serían las siguientes:

A- ÁREAS BASE DEL APRENDIZAJE:

  • Desarrollo Cognitivo:
    • Inteligencia (Cociente Intelectual).
    • Eficiencia de diferentes Procesos Mentales.
    • Homogeneidad o Equilibrio entre las diferentes Funciones Cognitivas.
  • Recursos Atencionales: Focalización de los datos, Sostenimiento del Nivel de Alerta durante la ejecución de tareas, y Productividad o cantidad efectiva de información obtenida.
  • Funciones Ejecutivas: Planificación y Monitorización de la actividad, Control de la Impulsividad, Resistencia a la Fatiga y a las Contrariedades, Flexibilidad Mental, Anticipación, Sostenimiento de la Atención, Sostenimiento de una secuencia de pasos, Inhibición de las Interferencias que producen otros estímulos presentes,...
  • Procesamiento de la Información: Organización y Precisión en la obtención de datos para su posterior Agrupación en unidades informativas que favorezcan su retención y recuperación. Procesos ambos, evaluados con material visual y verbal (reproducción y posterior evocación de una figura de carácter geométrico con profusión de elementos; elaboración de un esquema a partir de la información de un texto escrito seleccionada por el propio alumno).
  • Desarrollo Madurativo de diferentes funciones Neuropsicológicas fundamentales para la integración informativa y la actividad ejecutiva:
    • Procesamiento Fonológico de los sonidos del habla (discriminación de fonemas) y Habilidades Metafonológicas (manejo en el plano mental de las unidades fónicas del lenguaje -fonemas, grupos silábicos, palabras-).
    • Desarrollo de la Percepción Visual (Discriminación Figura-Fondo, Constancia de la Forma, Diferenciación de la Orientación Espacial; establecimiento de Relaciones Espaciales).
    • Habilidad Grafo-Motora (Coordinación Viso-Motora, Prensión del útil de escritura, Fluidez y Control de los Trazados -frenado, cambios de dirección, presión-,...).
    • Preferencia y Homogeneidad de la Lateralidad.
    • Dominio de Conceptos Referenciales Básicos (Espaciales, Temporales, Cuantificadores,...).

B-ÁREA INSTRUMENTAL:

  • Lenguaje:
    • Expresión oral y escrita (articulación, fluidez del discurso, evocación de palabras, léxico empleado, estructura temática y morfosintáctica, coherencia, cohesión)
    • Comprensión de Vocabulario con suficiente definición y riqueza conceptual (información contenida en sus definiciones).
    • Razonamiento Verbal: Conceptual o capacidad para captar relaciones entre datos verbales concretos y agruparlos en Categorías con un mayor grado de abstracción; Inferencial o habilidad para captar información implícita; Analógico o establecimiento de “Relaciones entre dos relaciones”.
    • Memoria Verbal: Amplitud (lista de palabras), Asociativa (parejas de palabras) y Discursiva ( narraciones).
  • Lectura:
    • Mecánica: velocidad, precisión y prosodia; análisis de las vías de procesamiento lector.
    • Comprensiva: oraciones con diferentes estructuras morfosintácticas; textos narrativos y de carácter expositivo.
  • Escritura:
    • Ortografía “Natural” o elemental y “Superior”, reglada o arbitraria.
  • Caligrafía: regularidad de los trazados de las letras, enlaces, proporcionalidad, linealidad, fluidez, sostenimiento,...
  • Habilidad Matemática:
    • Principios Lógico-Operativos Básicos necesarios para la actividad matemática.
    • Dominio de la Numeración: conteo progresivo y regresivo, lectura y escritura, descomposición, comprensión de expresiones numéricas más allá del número natural -decimales, fracciones, potencias-.
    • Manejo de las cuatro Operaciones Aritméticas Básicas (suma, resta, multiplicación y división): identificación de los signos operativos, comprensión del significado, ejecución del procedimiento.
    • Cálculo: precisión, agilidad y empleo de estrategias operativas en el plano mental.
    • Razonamiento Numérico: descubrimiento y aplicación del principio operativo que rige las relaciones establecidas en unas sucesiones numéricas.
    • Razonamiento Lógico-Matemático: resolución de Problemas con uno o varios pasos operativos.

C-ÁREA EMOCIONAL:

La aplicación de determinadas pruebas unidas a una observación atenta de su conducta y reacciones ante las diferentes actividades planteadas, nos revelarán datos importantes sobre sus sentimientos y recursos personales para afrontar sus dificultades.

3- INFORME

Con los datos y resultados registrados durante la evaluación, realizamos un informe que posteriormente se compartirá y discutirá con los padres y, si estos lo consideraran pertinente, con los responsables educativos.

Las conclusiones del estudio deberán ser siempre tenidas en cuenta como una HIPÓTESIS que sin poder predeterminar el futuro desenvolvimiento escolar del alumno, servirá como PUNTO DE PARTIDA con el que elaborar el TRATAMIENTO ESPECÍFICO que las dificultades detectadas pudieran necesitar, y para sugerir posibles MEDIDAS ORIENTATIVAS que faciliten su situación.

ORIENTACIÓN

El informe será el punto de partida para sugerir y convenir posibles medidas de acción que faciliten la situación que está viviendo el niño (estudios complementarios por parte de otros profesionales; necesidad de un tratamiento específico en la Fundación; posibilidad de adaptaciones curriculares en la escuela; clases particulares en casa; etc.).

Todo ello, teniendo muy en cuenta que las conclusiones del estudio se plantean siempre como una hipótesis sobre el funcionamiento actual del alumno, esto es, sin pretender que los datos registrados reflejen una información que predetermine cómo se va a presentar su futuro desenvolvimiento escolar.

PRUEBAS EMPLEADAS

La selección de las pruebas para evaluar las aptitudes que presenta un niño o adolescente, variará en función de cada caso y necesidad o no de una mayor recogida de datos específicos sobre sus habilidades y/o dificultades.

Ese estudio abarcará las siguientes áreas:

A- ÁREAS BASE DEL APRENDIZAJE

  • Desarrollo cognitivo
  • Atención
  • Funciones Ejecutivas
  • Procesamiento visual y verbal
  • Madurez de funciones Neuropsicológicas básicas

B- ÁREAS INSTRUMENTALES DEL APRENDIZAJE

  • Lenguaje
  • Lectura y escritura
  • Habilidad matemática

C- ÁREA EMOCIONAL